Hoy, en el día internacional de la mujer, me gustaría dedicar el post a Eileen Gray. Y me gustaría dedicárselo a ella porque fue una mujer increíble, que no quiso someterse a las leyes que marcaba la sociedad de finales del s.XIX y principios del s. XX, y se abrió paso en un mundo en el que los hombres tenían la voz y el voto.
Hoy en día, está considerada, dentro del mundo de la arquitectura y el diseño, como una de las mujeres más influyentes del s. XX, sin embargo, no siempre fue así. Si bien, durante su carrera, alcanzó cierto reconocimiento, no fue hasta después de su muerte, en 1976, cuando su obra alcanzó la gloria.
La casa E.1027, situada en la localidad de Roquebrune, en la Riviera Francesa, la construyó en colaboración con el que fue su pareja durante varios años, el arquitecto Jean Bacovici, aunque éste sólo se preocupó de la parte técnica. Eileen proyectó tanto la estructura de la casa como el interiorismo, incluyendo el mobiliario que también diseñó, y es en su conjunto, una muestra de su genialidad.
"Para crear, uno debe primero, cuestionárselo todo", dijo una vez, y así lo hizo siempre.
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